El cerebro inconsciente por raulespert
Video del programa Redes de Eduardo Punset, en el cuál se puede ver un informe sobre el inconsciente, donde se desmitifican los estudios de Freud, y se habla que en el Siglo XXI el inconsciente lo encontramos en nuestros actos más cotidianos, desde los automatismos que nos permiten levantarnos por la mañana y vestirnos y caminar, hasta los sentimientos más profundos que nos impulsan a proteger a nuestros seres queridos. También hacen una comparación entre tu mente y una computadora, y como se procesa la información. Y dicen que el cerebro predice y suprime algunas de tus sensaciones cotidianas poco relevantes, como cuando te tocas a vos mismo. Te está haciendo un favor, porque si fueses consciente de tu cuerpo todo el tiempo, te distraerías de otras cosas que requieren tu atención.
El video comienza con una voz en off que dice: Si pensamos en la palabra inconsciente, lo más probable es que lo primero que nos venga a la mente sea Freud y su idea de que existe una parte del cerebro misteriosa y primitiva, ligada con los recuerdos de nuestra infancia. El inconsciente de Freud causa sueños y traumas, y nos hace actuar en contra de nuestros intereses, visto desde la perspectiva imperante en el siglo IX es algo negativo, escondido en las profundidades de nuestra mente que nos atormenta y acosa, nada más lejos de la realidad. En el siglo XXI podemos afirmar que Freud estaba totalmente equivocado, el inconsciente no está oculto ni nos asecha para amargarnos la existencia, más bien, todo lo contrario, de hecho la vida sin el sería casi imposible. Lo encontramos en nuestros actos más cotidianos, desde los automatismos que nos permiten levantarnos por la mañana y vestirnos y caminar, hasta los sentimientos más profundos que nos impulsan a proteger a nuestros seres queridos. Es el conjunto de todos los pensamientos y sentimientos que se gestan en nuestra mente, momento a momento, a los que no podemos acceder. El inconsciente se encarga de ayudarnos a entender el mundo que nos rodea, y a tomar las decisiones que mejor nos convengan, es una especie de piloto automático en el que podemos confiar, un GPS emocional, una guía de conducta que seguimos sin darnos cuenta de ello, y al final la idea que tenemos de nosotros mismos, esa entidad que habitamos cada día y que llamamos yo, nuestra conciencia, no es más que el producto más sofisticado del inconsciente, la última creación de una mente compleja que apenas podemos vislumbrar.
Si tu mente fuera una computadora, podrías decir orgulloso que tu inconsciente procesa 11 millones de bits de información a cada segundo que pasa, que llegan a través de tus 5 sentidos, y a partir de estos bits decide que hacer ante cada situación. Pero tú no te das cuenta de esto, y eso es bueno, porque confiar en tu consciencia para solucionar tus problemas no es la mejor opción. Los científicos han calculado que cuando multiplicas 2 números procesas 12 bits por segundo, y si lees en silencio podes llegar a los 30 bits, no es un dato muy esperanzador, quizá puedas probar en leer en voz alta, en este caso alcanzarás los 45 bits por segundo, tampoco es un resultado excepcional. En conclusión, la capacidad de procesamiento de datos de la consciencia humana tiene un tope máximo de 50 bits por segundo, lo cual es un resultado ridículo en comparación con esos 11 millones que tu inconsciente gestiona sin que ni te enteres, y es que a pesar de que tú crees que sabes mucho, es en realidad el inconsciente el que sabe por vos, y el que decide por vos también.
Imagina por ejemplo que vas a comprar un departamento, lo miras, lo remiras, y en poco rato ya sabes si te gusta o no, si te sentís a gusto en el, si vivirías allí. En realidad, esa sensación tan indefinida es el final de un análisis frenético de datos que tu inconsciente ha llevado a cabo mientras vos comprobabas los acabados, y la distribución de las habitaciones. En 10 minutos de exploración tu inconsciente ha recibido 6000 millones de bits de información. Si tuvieses que confiar en tu consciencia no irías tan rápido, sabiendo al ritmo en que funciona deberías dedicarle 4 años de tu vida antes de alcanzar a procesar el número de bits necesarios para tomar una decisión.
Para finalizar comentan: Crees que percibes el mundo tal y como es, de forma instantánea y sin esfuerzo, pero lo cierto es que tus ojos no ven tan bien, en realidad solo el centro de los que miras frente a vos puede percibirse nítido y en color, es tu cerebro inconsciente el que corrige estos defectos del sistema visual, el cerebro sabe que con un movimiento rápido del lóbulo ocular puede llevar los objetos al centro del campo visual, focalizarlos y ver sus partes bien definidas. Como es él quien controla la acción, es capaz de predecir como cambiarán tus sensaciones visuales antes de cada movimiento y corregir los errores de la retina. Pero no acaba aquí el papel de tu inconsciente, la imagen del mundo está saltando en tu retina cada vez que cambias la dirección de tu mirada. Si probas a mover un ojo con un dedo, comprobarás que tu percepción de la realidad es más inestable de lo que te parece cuando es tu cerebro el que dirige el movimiento, y es que el cerebro se comporta como un editor de imágenes, dejando solo los planos buenos. Es lo mismo que cuando tomas una bebida con gas, si no recuerdas que la botella contiene gaseosa te sorprenderá tu particular sensación en tu boca. Sin embargo, si sabes cuál es el contenido, tu cerebro preparará a tu boca para que no reaccione con sorpresa cuando reciba las burbujas de gas. De igual manera, predice y suprime algunas de tus sensaciones cotidianas poco relevantes, como cuando te tocas a vos mismo. Te está haciendo un favor, porque si fueses consciente de tu cuerpo todo el tiempo, te distraerías de otras cosas que requieren tu atención. Esta es la razón por ejemplo, de que no puedas hacerte cosquillas, tu cerebro sabe cómo se moverán los dedos sobre tu piel, y por tanto puede predecir la respuesta y suprimirla, en cambio, no puede predecir cómo se moverán los dedos de otra persona sobre vos, y por eso tu reacción es mucho más intensa cuando te tocan los otros, tu cerebro inconsciente te prepara para que lo veas y lo sientas así.
Reseña de Diego Fernández
El video comienza con una voz en off que dice: Si pensamos en la palabra inconsciente, lo más probable es que lo primero que nos venga a la mente sea Freud y su idea de que existe una parte del cerebro misteriosa y primitiva, ligada con los recuerdos de nuestra infancia. El inconsciente de Freud causa sueños y traumas, y nos hace actuar en contra de nuestros intereses, visto desde la perspectiva imperante en el siglo IX es algo negativo, escondido en las profundidades de nuestra mente que nos atormenta y acosa, nada más lejos de la realidad. En el siglo XXI podemos afirmar que Freud estaba totalmente equivocado, el inconsciente no está oculto ni nos asecha para amargarnos la existencia, más bien, todo lo contrario, de hecho la vida sin el sería casi imposible. Lo encontramos en nuestros actos más cotidianos, desde los automatismos que nos permiten levantarnos por la mañana y vestirnos y caminar, hasta los sentimientos más profundos que nos impulsan a proteger a nuestros seres queridos. Es el conjunto de todos los pensamientos y sentimientos que se gestan en nuestra mente, momento a momento, a los que no podemos acceder. El inconsciente se encarga de ayudarnos a entender el mundo que nos rodea, y a tomar las decisiones que mejor nos convengan, es una especie de piloto automático en el que podemos confiar, un GPS emocional, una guía de conducta que seguimos sin darnos cuenta de ello, y al final la idea que tenemos de nosotros mismos, esa entidad que habitamos cada día y que llamamos yo, nuestra conciencia, no es más que el producto más sofisticado del inconsciente, la última creación de una mente compleja que apenas podemos vislumbrar.
Si tu mente fuera una computadora, podrías decir orgulloso que tu inconsciente procesa 11 millones de bits de información a cada segundo que pasa, que llegan a través de tus 5 sentidos, y a partir de estos bits decide que hacer ante cada situación. Pero tú no te das cuenta de esto, y eso es bueno, porque confiar en tu consciencia para solucionar tus problemas no es la mejor opción. Los científicos han calculado que cuando multiplicas 2 números procesas 12 bits por segundo, y si lees en silencio podes llegar a los 30 bits, no es un dato muy esperanzador, quizá puedas probar en leer en voz alta, en este caso alcanzarás los 45 bits por segundo, tampoco es un resultado excepcional. En conclusión, la capacidad de procesamiento de datos de la consciencia humana tiene un tope máximo de 50 bits por segundo, lo cual es un resultado ridículo en comparación con esos 11 millones que tu inconsciente gestiona sin que ni te enteres, y es que a pesar de que tú crees que sabes mucho, es en realidad el inconsciente el que sabe por vos, y el que decide por vos también.
Imagina por ejemplo que vas a comprar un departamento, lo miras, lo remiras, y en poco rato ya sabes si te gusta o no, si te sentís a gusto en el, si vivirías allí. En realidad, esa sensación tan indefinida es el final de un análisis frenético de datos que tu inconsciente ha llevado a cabo mientras vos comprobabas los acabados, y la distribución de las habitaciones. En 10 minutos de exploración tu inconsciente ha recibido 6000 millones de bits de información. Si tuvieses que confiar en tu consciencia no irías tan rápido, sabiendo al ritmo en que funciona deberías dedicarle 4 años de tu vida antes de alcanzar a procesar el número de bits necesarios para tomar una decisión.
Para finalizar comentan: Crees que percibes el mundo tal y como es, de forma instantánea y sin esfuerzo, pero lo cierto es que tus ojos no ven tan bien, en realidad solo el centro de los que miras frente a vos puede percibirse nítido y en color, es tu cerebro inconsciente el que corrige estos defectos del sistema visual, el cerebro sabe que con un movimiento rápido del lóbulo ocular puede llevar los objetos al centro del campo visual, focalizarlos y ver sus partes bien definidas. Como es él quien controla la acción, es capaz de predecir como cambiarán tus sensaciones visuales antes de cada movimiento y corregir los errores de la retina. Pero no acaba aquí el papel de tu inconsciente, la imagen del mundo está saltando en tu retina cada vez que cambias la dirección de tu mirada. Si probas a mover un ojo con un dedo, comprobarás que tu percepción de la realidad es más inestable de lo que te parece cuando es tu cerebro el que dirige el movimiento, y es que el cerebro se comporta como un editor de imágenes, dejando solo los planos buenos. Es lo mismo que cuando tomas una bebida con gas, si no recuerdas que la botella contiene gaseosa te sorprenderá tu particular sensación en tu boca. Sin embargo, si sabes cuál es el contenido, tu cerebro preparará a tu boca para que no reaccione con sorpresa cuando reciba las burbujas de gas. De igual manera, predice y suprime algunas de tus sensaciones cotidianas poco relevantes, como cuando te tocas a vos mismo. Te está haciendo un favor, porque si fueses consciente de tu cuerpo todo el tiempo, te distraerías de otras cosas que requieren tu atención. Esta es la razón por ejemplo, de que no puedas hacerte cosquillas, tu cerebro sabe cómo se moverán los dedos sobre tu piel, y por tanto puede predecir la respuesta y suprimirla, en cambio, no puede predecir cómo se moverán los dedos de otra persona sobre vos, y por eso tu reacción es mucho más intensa cuando te tocan los otros, tu cerebro inconsciente te prepara para que lo veas y lo sientas así.
Reseña de Diego Fernández
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